Quantcast
Channel: Escultura – en son de luz
Viewing all articles
Browse latest Browse all 90

Trashumancia 2018 (1): barco, Schilde y Bruselas

$
0
0
Adios a Gotemburgo. Foto R.Puig

Adios a Gotemburgo. Foto R.Puig

Para Ima y Theo

Si alguno de ustedes se anima a conducir desde Gotemburgo hasta las costas de Alicante, puede hacerlo llegando primero a las tierras de Escania para atravesar ese puente espectacular que une Suecia con Dinamarca. Tras un par de horas por tierras danesas y una hora y cuarto en el transbordador Rødby – Puttgarden pisará tierras alemanas. Es un recorrido de unas seis horas.

Pero, si al cabo de los años, se siente la necesidad de ahorrar energías y llegar fresco a Schleswig-Holstein, acabará por embarcarse con el coche en el ferry Göteborg -Kiel y, después de dormir toda la noche, llegar a Kiel por la mañana, dispuesto a conducir por las autopistas de Alemania. Además los gastos de gasolina, peaje y embarques son lo comido por lo servido.

Costeando al sur de Gotemburgo Foto R.Puig

Costeando al sur de Gotemburgo. Foto R.Puig

Es recomendable emprender esta travesía fuera de los meses de temporada alta de julio o agosto. El precio es mejor, la nave no va tan llena y el jolgorio libatorio es mucho menor. Además no necesitarán asegurarse de que el camarote elegido no esté cerca del café cantante.

Bueno, pues ahí me encontraba yo el seis de junio disfrutando del aire del puente, de las gaviotas y del sol, ya cerca de Kiel.

Llegando a Kiel.. Foto R.Puig

Llegando a Kiel. Foto R.Puig

Ocho pisos más abajo un pescador alemán nos veía pasar desde su bote.

Pescando en Schleswig Holstein. Foto R.Puig

Pescando en Schleswig Holstein. Foto R.Puig

Schilde

En Schilde. Provincia de Amberes. Foto R.Puig.

En Schilde. Provincia de Amberes. Foto R.Puig.

Tras una buen tirada desde Kiel es reconfortante que unos buenos amigos te ofrezcan su hospitalidad hispano-holandesa en la provincia belga de Amberes, en Schilde, un pueblo flamenco rodeado de bosques, praderas y campos de cultivo.

Parada y fonda. Foto R.Puig

Parada y fonda. Foto R.Puig

Paseando por estos campos acabas entendiendo por qué aquellos españoles de secano, que vinieron con Carlos V, hijo de Gante, a heredar los Países Bajos se resistieron durante más de siglo y medio a marcharse del verde Flandes.

Verde Flandes. Foto R. Puig

Me pregunto si los abundantes caballos que siguen pastando por estos lugares son descendientes de los caballos árabes que supongo trajeron en la silla a más de un arruinado hidalgo hispano en busca de aventuras y fortuna.

Caballo flamenco. Schilde.  Foto R.Puig

.

Bruselas

Por el Parc Royal. Bruselas. Foto R.Puig

Por el Parc Royal. Bruselas. Foto R.Puig

Me acerqué a Bruselas a respirar recuerdos.

En en el parque de Square de Meeus el ángel sigue implorando algo.

Apiádate Señor.. Foto R.Puig

¿Acaso suplica que algún dios resuelva las disensiones entre Estados Miembros, que impiden que la Unión Europea alcance los necesarios consensos ante los desafíos a los que se enfrenta?

Sobre uno de los edificios de la Comisión Europea los cielos amenazan tormenta.

Nubarrones sobre Bruselas. Foto R.Puig

Nubarrones sobre Bruselas. Foto R.Puig

Algunos líderes saharauis, al saberme español, me tratan fraternalmente y aceptan fotografiarse ante el emblemático Berlaymont, la sede central de la Comisión Europea. Llevan décadas manifestándose, como ese día en Bruselas, esperando que se apliquen los acuerdos de Naciones Unidas y las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que les conciernen.

Líderes saharauis hacia la mnaifestación ante el Berlaymont. Foto R.Puig

Líderes saharauis hacia la manifestación ante el Berlaymont. Foto R.Puig

.

Una exposición de Jean Fabre

Exposición My queens. Jean Fabre. Museos Reales de Arte de Bruselas. Foto R.Puig

Exposición “My queens”. Jean Fabre. Museos Reales de Arte de Bruselas. Foto R.Puig

De Jean Fabre y de sus modelados en escayola que, en Carrara, los artesanos del pantógrafo y de la talla asistida por ordenador le traspasan a mármol blanco, ya hemos hablado en este blog.

Esta vez, las grandes losas marmóreas son bajorrelieves que representan en guisa de reinas plebeyas a mujeres de Flandes que el artista ha retratado.

Elsa de Brujas. Jean Fabre. Detalle. Foto R.Puig

“Elsa de Brujas”. Jean Fabre. Detalle. Foto R.Puig

La realeza femenina tiene aquí un homenaje de suave humor y simpatía por las señoras de las tierras flamencas.

No necesitan una corona de piedras preciosas, les basta con un capirote mágico.

Katrina de Gante. Jean Fabre. Foto R.Puig

“Katrina de Gante”. Jean Fabre. Foto R.Puig

La joven  heredera de la corona belga preside este concilio

Mi futura reina Elisabeth de Bélgica. Jean Fabre.Museos Reales de Arte de Bruselas. Foto R.Puig

“Mi futura reina Elisabeth de Bélgica”. Jean Fabre. Museos Reales de Arte de Bruselas. Foto R.Puig

La Venus fecunda de Jordaens augura larga descendencia a la monarquía belga desde el fondo de la sala.

La futura reina, quizás pensando en lo que se le viene encima, trata de sonreir a su manera mientras posa para el escultor.

Mi futura reina Elisabeth de Bélgica. Jean Fabre. Museos Reales de Arte de Bruselas. Foto R.Puig

“Mi futura reina Elisabeth de Bélgica”. Jean Fabre. Museos Reales de Arte de Bruselas. Foto R.Puig

.

Otros aspectos de los alrededores de Schilde

Bunker de defensa de la provincia de Amberes. Foto R.Puig

Bunker de defensa de la provincia de Amberes. Foto R.Puig

Cuando los tercios de Flandes se paseaban por los Países Bajos del Sur (la Bélgica actual) los Habsburgo no podían imaginar las tormentas de fuego que otros alemanes iban a desencadenar cuatro siglos más tarde sobre sus antiguos territorios.

Ni los bunkers de la primera guerra mundial, como el Fort Oelegem, donde me imagino hacinados a cientos de reclutas, víctimas de aquella espantosa locura…

Fort Oelegem. Provincia de Amberes. Foto R.P

Fort Oelegem. Provincia de Amberes. Foto R.Puig

ni los “canales antitanque” que se cavaron con extrema urgencia en vísperas de la segunda lograron evitar el avance arrasador de la potencia invasora

Esto fue un canal antitanques de la provincia de Amberes. Foto R.Puig

Esto fue un canal antitanques de la provincia de Amberes. Foto R.Puig

Gracias a mi amigo Theo, que me llevó a visitar estos lugares y a pensar en este pasado europeo que las nuevas generaciones no deben olvidar, pude evocar mentalmente el destino de los miles de jóvenes reclutas y reservistas exterminados por la violencia totalitaria.

Escalera de acceso a un bunker de defensa de la provincia de Amberes. Foto R.Puig

Escalera de acceso a un bunker de defensa de la provincia de Amberes. Foto R.Puig

Hoy son ruinas quebradas por las explosiones de la retirada. Pero en todo caso, aquel cemento sin armar no ofrecía ninguna resistencia seria a los proyectiles del ejército alemán.

Tristes restos. Foto R.Puig

Tristes restos. Foto R.Puig

Además de las visitas de los escolares, por aquí corren hoy los ciclistas acrobáticos o los practicantes del jogging y pasean los dueños de perros con sus canes.

Bunker de defensa de la provincia de Amberes. Foto R.Puig.JPG

Epílogo

No lejos de ahí, en mi paseo del último día (y con esto acabo) encuentro a uno que no sabe de guerras, salvo la que pueda mantener con ratas y ratones…

Me observa. Foto R.PuigMe mira y se larga.

Libre y bien nutrido. Foto R.Puig.JPG

 

 


Viewing all articles
Browse latest Browse all 90

Trending Articles